viernes, 15 de febrero de 2008

Bella natura

Hoja de ciruelo


Hoja de ciruelo, morada de vigor.

Esperas pretenciosa, que el viento te de amor.


Que su suave pasar, te acaricie incesante.

Que te mueva, te arranque y te invite a pasear.


Yo te veo volar, por praderas de trigo.

Cariñoso y contento te conduce tu amigo.


Hoja de ciruelo. ¡Que bonita te ves!

Viajas ondulando. ¿Enamorada talvez?


Una higuera te mira y te deja pasar.

Detenerte no quiere, te podría enojar.


En abrazo profundo, cruzas la cordillera

Colorido paisaje, muestra la primavera.


Una rosa te espera y te invita a posar.

Vuela la mariposa, no te quiere tocar.


Hoja de ciruelo, que cansada ya estas.

Te recibe la tierra, tu energía le das.




Cordillera de los andes

Los andes te llaman

Majestuosa señora


Vigilas la noche

Anuncias la aurora.


Son muchos los hombres,

que te han desafiado.


El cóndor su casa,

en ti ha encontrado.


Tus hijos los ríos,

que cruzan los campos.


Adornan paisajes.

resaltan encantos.


Tu siempre vigilas,

a tu alrededor.


Tienes blanca nieve,

Azul y verdor.


Los pueblos que cuidas,

te observan de lejos.


Un bote en el agua,

te mira en reflejo.


Mi linda señora,

que siempre ahí estas.


Vendrán otros pueblos

y siempre estarás.




Araucaria

Una luz en mi ventana. Mi habitación reflejada.

La araucaria de la esquina, me dice que esta enojada.


Mi rostro en tenue Reflejo, se funde en el exterior.

Cielo negro oculta el sol, no deja ver a una flor.


Espigada y majestuosa mostrando su malestar.

Con sus brazos semi caídos. Peor ya no puede estar.


La rodearon de cemento. Su familia ya no esta.

El aire contaminado. Ya no tiene libertad.


Tantos años ha vivido y seguirá viviendo más.

¿Cuantos años se requiere?... ¿Cuanta mas vida tendrás?


Mañana un edificio, tu lugar ocupara.

Quien mire de esta ventana, ya no te encontrara.





De paseo

Camino por la quebrada.

Riachuelo baja corriendo.

Una liebre esta comiendo,

escondida en la enramada.


Mis pasos muy sigilosos.

Avanzo por entre piedras.

No se me enreden las hiedras.

Evito lo resbaloso.


El sol alumbra entre rayos.

Sus destellos me acompañan.

Unos niños que se bañan.

A la orilla sus caballos.


Llegando a casa de piedra,

ya se asoma el yerbatero.

Hombre alto y muy moreno,

agachado entre la hiedra.


La noche ya se avecina.

Preparo mi campamento.

El cansancio ya lo siento.

A lo lejos un ave trina.


Extrañaba este paseo.

Ahora ya voy de regreso.

Contento yo les confieso.

He cumplido mi deseo.




Flor


No es tulipán,
pero es maravilla.
No es maravilla,
ni es tulipán.
Solo es una flor,
que florece en la orilla.


Va vestida de verde,
adornando la orilla.
Con naranjas mejillas
y su cara amarilla.
Sigue siendo una flor,
que florece en la orilla.


Tú puedes cortarla,
al estar de rodillas.
Te la puedes llevar y
andar unas millas.


Seguirá siendo flor,
con su cara amarilla.
Pero no será flor,
que de flor a la orilla.





Rosa rosada


Cariñosos pétalos te van conformando.
Unos con otros, se van abrazando.

De variados tonos tienes tu carita.
Del pálido rosa al rosa rojizo.

Te adornan granizos, de lluvia temprana.
Quizás yo mañana, robe tu belleza,

Con delicadeza y con mucho amor,
Para que acompañes a otra bella flor





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