En una mañana tranquila, caminaba por un sendero.
Estaba ella sentada, en un banco de aquella plaza.
Conversamos largo rato.
Los pajarillos inquietos, volaban de lado a lado.
El viento sopla que sopla. Las hojas cascabelean.
Se produjo un silencio…
Con un suspiro profundo, reanudamos nuestra charla.
Muchas palabras afines, que teníamos guardadas.
Las dijimos en ese ambiente; ambiente lleno de vida.
Que vio nacer nuestro amor.
1 comentario:
Hermosos sentires en una mañana que solo invita al amanecer de deseos e ilusión.
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